sábado, 17 de octubre de 2009

Blood The Last Vampire en Live Action


Recientemente ha salido a la luz Blood “The Last Vampire” la version en live action de la ya conocida historia de Saya, la ultima de esta estirpe y que tiene como pasatiempo hacerla de heroína para acabar con todos aquellos seres demoniacos que atentan contra la humanidad, Blood “The Last Vampire” live action posee varias similitudes con respecto a la versión de la película en anime que se realizó en el 2000, el inicio es idéntico, visualizamos a Saya en un vagón de tren, enfocando a su presa que huye despavorida y finalmente es acabada en un instante por la filosa espada de esta atractiva y letal vampiro, aunque la Saya en live action no posee la sensualidad de aquella animada, ésta si logra una buena personificación y cumple el cometido en su interpretación, la trama se va desenvolviendo sobre el hilo de la animación ya que, para quienes la han visto, también se desarrolla en una base militar americana situada en Japón y en la misma época, antes de la guerra de Vietnam, siendo Saya un agente infiltrado para encontrar un asesino monstruoso que ha estado causando estragos en la base, hasta ahí están las similitudes ya que posterior a esto la trama da un giro en el que intervendrá la misma madre de todos los vampiros, varios Chiropteros y como coprotagonista la hija de un General que irá uniéndose a Saya de manera sentimental ya que inexplicablemente se establece un lazo de empatía.
En mi particular punto de vista la historia tiene un buen desarrollo, a pesar de que la trama da un giro de ciento ochenta grados, nos lleva a un clímax interesante pero toma un rumbo demasiado fantasioso aun para ser una película de vampiros convirtiéndose en una aventura épica al estilo de los mas extraordinarios Ninjas, sin embargo si eres fan de esta Saga, y te gustan las artes marciales, valdría la pena echarle una mirada, posiblemente te parezca entretenida, después de todo tiene sus momentos.

martes, 6 de octubre de 2009

Otakus ¿Tribu urbana?


Hay quienes se refieren a nosotros como una tribu urbana, lo que me lleva a pensar ¿podemos ser tomados como tal?, es verdad que, a pesar de que el Otaku puede preferir diferentes géneros como pudiera ser Shojo, Shonen, Ecchi, Mechas, Yaoi, Yuri, Seinen y demás, existen características similares en cada uno de nosotros, seguramente todos tenemos algún manga en nuestros libreros, nos hemos deleitado con los famosísimos pockys, tarareamos de vez en cuando canciones de nuestros animes favoritos, nos hacemos el cosplay o llevamos a la mano una prenda de algún personaje que nos haya gustado e igualmente colocamos su figurilla en algún lugar especial de nuestras casas o colgando de nuestras mochilas, la gente ya de entrada nos identifica por eso, por nuestras platicas con palabras extranjeras y en ocasiones por el comportamiento un tanto infantil y divertido que adquirimos en esos momentos, pues como lo perciben solo hablamos de caricaturas, sin darse cuenta que en muchas ocasiones no solo disfrutamos de este arte sino de que es una perfecta excusa para hacer amigos.
Debido a todas estas características que nos identifican y muchas otras mas que no acabaría de mencionar pues la imagen de cada Otaku varia según el genero que le agrade, nos han nombrado como parte de las nuevas tribus urbanas del siglo XXI, aunque si bien el movimiento Otaku comenzó hace ya varias décadas, el boom inició hace unos pocos años a nivel mundial con una fuerza sorprendente.
Sin embargo yo llamaría a esta una comunidad ya que somos un conjunto de individuos, compartiendo intereses similares teniendo como objetivos la convivencia, diversión y esparcimiento de los mismos.
Mientras que las tribus urbanas pretenden vivir al margen de la sociedad creando su propia cultura y tratando de ser diferentes del resto de la gente, tomando como bandera su forma de vestir pues en ella y en sus cuerpos representan su sentir, teniendo una ideología en común y persiguiendo una meta, las comunidades pueden estar formadas de distintos tipos de personas, con sus propias ideologías y sus propias metas pero conviviendo guiados por el mismo interés.
No obstante la línea que define una tribu urbana y una comunidad es muy delgada y solo el tiempo y algunos sociólogos definirán si nos consolidamos como tribu o nos quedamos en comunidad, en todo caso lo importante no es si resaltamos entre las tribus, si somos diferentes de unos o iguales a otros, no importa el estrato social al que cada uno pertenezca, la profesión, la moda que siga, el color de la piel, la edad o el sexo, aquí lo importante es el gusto que tenemos, aquello que compartimos y disfrutamos y que compartiríamos con cualquiera que se acercara a nosotros sin importar como fuera su exterior, así es como somos.
Quien se una a nuestra comunidad será siempre bienvenido.